domingo, diciembre 31, 2006

La mujer constantemente enajenada

Desde mucho tiempo, las mujeres son objeto de discriminación por parte de una sociedad machista que las cataloga con estereotipos constantemente reforzados por la televisión y los diferentes medios de comunicación. Hoy, las mujeres son parte de un proceso de cambio, que pretende reivindicarla en el ámbito político, económico y social, frente a sus pares masculinos.

Las mujeres quieren recibir un trato igualitario así como anhelaron desde hace mucho conseguir el voto femenino. El mismo que se obtuvo al estallar la Primera Guerra Mundial, donde ocuparon el rol activo que ejercían los varones, lo que conllevo a una situación de independencia económica apresurando el sufragio para la mujer.

La mujer del siglo XXI no es la misma de hace 100 años atrás. Son mujeres convencidas de que sus derechos deben ser respetados, creen firmemente en la no dependencia frente al varón, ni al permiso para manejar sus propios bienes. De esta forma, las mujeres le están haciendo frente a una comunidad que les brinda un trato desigual, tal como lo demuestra la “Encuesta Nacional de Discriminación” elaborada entre agosto y septiembre del 2004 a un total de 1600 personas por la ONG DEMUS.

Está, muestra claramente que el Perú se encuentra en una etapa en la que el machismo, la violencia y por ende los conflictos; imperan de forma común y natural. La encuesta también revela que existe un 31 % de encuestados que opina que la homosexualidad es una enfermedad mental.

La homosexualidad es un hecho importante en la actualidad y forma parte de la violencia y discriminación por el que pasan las mujeres. Los homosexuales también sufren distintas formas de maltrato por parte de personas machistas e intolerantes, que viven en una sociedad patriarcal donde un varón debe afrontar la virilidad con dolor, debe demostrar su agresividad y su poder autoritario frente a los más débiles, estereotipo con el que se relaciona a las mujeres, niños y homosexuales.

El machismo en nuestro país es la causa principal de la violencia hacia la mujer. Abusos y maltratos físicos y/o psicológicos que han sufrido una repentina variación durante estos últimos cuatro años, tal como lo demuestra Centros Emergencia Mujer a nivel nacional.

Frente a esta situación, ¿qué opinión tienen al respecto los medios?. Pues bien, los medios de comunicación, específicamente la televisión, han hecho poco o nada por informarnos sobre este suceso, se han dedicado a minimizar a las mujeres. Colocan mujeres hermosas, esculturales y preciosas, más no explotan el real sentido de la belleza femenina, su lucha, su empeño, su inteligencia y el valor que le dan a la vida: progresar. Así lo demostró un estudio realizado por Liuba Kogan, sobre el contenido que tienen los mensajes en la publicidad comercial difundida entre julio de 1998 y julio de 1999, en la que contó con un total de 195 personas. Un 43.2% opina que se presenta a la mujer como madre y ama de casa, un 16% como objeto de deseo, bella y tonta y 9% subordinada frente a un varón. Este estudio confirma que la publicidad hace clara diferencia entre lo masculino y lo femenino. Colocando a la mujer al cuidado del hogar y de la familia, a diferencia del hombre que se empeña en el mundo laboral.

¿Y que opinión le merecen los casos de violencia contra la mujer? … Los medios no le han dado la importancia debida, tanto que periódicos sensacionalistas toman este asunto como lo que creen ser: Negocios, titulares que venden…y venden más. Expresiones que logran agravar el clima que se vive, tales como las emitidas en diferentes titulares sobre casos de abusos y asesinatos contra mujeres, como por ejemplo:

  • “Revientan cabeza a jermita”
  • “Yungay mata a su ex y se vuela sesos”
  • “Mata enamorada quinceañera por bailar perreo”
  • “Fiscal mata mujer e hijo para no pasarle pensión”
  • “Mató a chica porque no quiso darle cucú”
  • “Bestia estrangula y viola teclita”
  • “Acuchilla a su ñorsa por tramposa”

Y otros titulares que no respetan la muerte de las mujeres, usando un lenguaje indigno, típico de callejón que solo reivindican la permanencia de estereotipos de género, devaluando lo femenino. Lo que lejos de corregir el problema e incentivar la no violencia, hace lo contrario al perpetuar la violencia femenina como un show mediático, en la que la televisión es el gran maestro, el que enfoca de manera precisa la violencia y la subordinación femenina frente a un varón autoritario.

Quo Vadis?

  • "La tontería, dice Pirrón, no es mucho peor que la sabiduría y apenas se diferencia de ella."
  • "El mundo se nutre de engaños, la vida no es más que ilusión, y el alma, lo mismo. El hombre debe ser razonable, y lo que importa es saber distinguir los engaños agradables de los desagradables."
  • "¡Por Hércules! Soy sincero en mis juicios y me satisface sobremanera conservar un criterio fijo y claro en lo que toca a la distinción entre lo bello y lo feo."
  • "Es preciso siempre agregar una dosis de adulación a la ironía cuando se intenta ridiculizarlo"
  • "Cree en un Dios omnipotente y justo. Si su Dios es omnipotente, tiene todos los poderes de vida y de muerte; si es justo, equivale a decir que manda la muerte obrando en justicia. Pues entonces, ¿por qué Pomponia lleva aún el luto por Julia?. Con su proceder acusa a Dios."
  • "El vicio es feo y la virtud es bella; por consecuencia, un hombre de sentimiento estético es virtuoso"
  • "Entonces quieres parecerte a aquel asno que pretende adquirir fuerzas con su albarda cargada de oro."
  • "Háblame con franqueza y no como un loco que se ha metido una idea en la cabeza y no puede pensar en ella sin montar en cólera"
  • "Recuerda que el mármol, por precioso que sea, no tiene en sí valor alguno mientras la mano del artista no se lo da, creando su obra magistral. Sé tú el artista. No basta amar; hay que saber como se ama y saber enseñar el amor. También la plebe y las bestias concoen los placeres del amor; pero el hombre verdaderose distingue de aquéllas elvando la pasión al nobilísimo arte; y admirándolo como tal, reconoce todo sue stimable valor, participando de sus diversos goces no solo la carne, sino también el alma."
  • "Quiero colmar de placeres mi vida, comos e colma un cáliz de vino selecto; quiero gozar hasta que los brazos se me caigan desfallecidos y hasta que mis labios palidezcan como los de un muerto. Lo que suceda luego no me interesa."
  • "Te engañas calificando de buena su religión; es bueno lo que da la felicidad: por ejemplo, la beleza, el amor, la fuerza, loq ue ellos llaman vanidad. te engañas si los juzgas justos; porque devolviendo bien por mal, ¿cómo se pueden recompensar luego las buenas acciones?. Entonces ¿qué se gana con ser bueno, si el bien y el mal se pagan con la misma moneda?."
  • "Yo amo, los libros que te son indiferentes; amo la poesía, que te fastidia; amo los objetos artísticos, las piedras preciosas y muchas otras cosas que tú no cuidas,...Yo me encuntro muy bien en mi casa entre los objetos de arte; pero tú nunca serás un hombre de gustos estéticos. Estoy plenamente persuadido de que la vida jamás podrá ofrecerme nada mejor de lo que hasta ahora he tenido. Tú, en cambio, no piensas así, y sigues esperando y buscando. Cuando se te aproxime la muerte, a pesar de tu valor y de tus sufrimientos, no podrás menos de sorprenderte al ver que tienes que abandonar la tierra. Yo, popr el contrario, aceptaré la muerte como una necesidad, con la convicción de quela vida no habría de ofrecerme ningún placer nuevo. No me apresuro ni me detengo; procuraré, sin embargo, estar alegre hasta el fin. En el mundo hay escépticos de buen humor."
  • "¿Qué ha sido mi vida hasta hoy? Un desear inconsciente, no satisfecho, una pesquisa interminable, un enfurecimiento constante. ¡Todo, todo debe cesar!"
  • "¡En el mundo hay tantas cosas bellas! Pero la humanidad en general es tan ruín, que la pérdida de la vida no merece lamentarse. El que ha sabido vivir, también debe saber morir. Aunque me contaba en el número de los cortesanos, nadie era más libre que yo."
  • "Platón dice que la virtud es una música y la vida del sabio una armonía. Si esto es verdad, yo moriré como he vivido...¡virtuosamente!"

Citas de Petronio en la obra

  • "...cuando tú me faltabas yo no era más que un mendigo sin pan y sin hogar. ¡Te quiero más que al mundo entero! Yo te busqué, porque sin ti, para mi no había vida, reposo ni alegría. Si no me hubiese sostenido la esperanza de encontrarte, me hubiese atravesado el pecho con mi espada. Pero yo tengo miedo de la muerte, porque muerto ya no te veré más."
  • "Dejaría de ser quien soy si no desease que en el mundo reinara la verdad en lugar de la mentira, el amor en vez del odio, la virtud en vez del pecado y en lugar de la venganza la misericordia."

Citas de Vinicio en la obra

  • "Soy un filósofo, señor, y un filósofo no puede ambicionar ganacias"

Cita de Quilón Quilonides en la obra

sábado, diciembre 30, 2006

Cuídense Bronco y Leo

Dos astutos compañeros,
dos fieles servidores,
dos amigos que me cuidaban,
dos hijos que me amaban.

Los tuve a los nueve,
los perdí a los veinte,
los quise once años,
sufriré por ellos siempre.

La vida no les fue justa,
a lo mejor fueron sus destinos,
a lo mejor fuimos nosotros,
tal vez solo fui yo la culpable.

No estuve allí cuando los recibiste,
no estuve allí cuando me los arrebataste,
no estuve cuando lloraron,
no estuve allí cuando gimieron,
no estuve allí cuando agonizaron.

Me dejaron muy sola,
pero aún siento sus presencias,
cruzo con cuidado sus recintos,
y por las noches me parece verlos.

A veces ruego por ellos,
a veces ruego por mi alma,
a veces suplico que me esperen,
a veces espero que no me aguarden.

No quiero que sufran,
sufrieron mucho conmigo,
derramaron lágrimas con nosotros,
y a pesar de mi dolor
no hice nada por salvarlos
del destino cruel que le tenían propiciado.

De nada sirvió que me opusiera,
de nada sirvieron mis llantos,
de nada sirvió mi dolor,
y surgió el espanto.

Le pido a Dios que te proteja,
le ruego que te cuide con su hijo,
le ruego que perdone tus pecados,
le pido que perdone los míos.

“Dios cuida a Bronco y a Leo,
ningún mal recaiga en ellos.
Dios que incurran en mí sus pecados,
solo yo les causa mal cuando los lastimaba,
solo yo que no los cuide debidamente,
solo yo que no estuve allí para salvarlos.
Cuídense Bronco y Leo.”

jueves, diciembre 28, 2006

14 de Mayo

Hoy no me levante temprano como de costumbre. Eran casi las 9 de la mañana, tenía calor y habiá perdido el sueño,por ende decidí ir al cuarto de mis padres. Acostada en su cama ví películas referidas a la Semana Santa. Me quedé hechada con mi padre mientras mamá limpiaba el baño. Luego legó mi abuelo Máximo, más tarde mi tía Doris con sus hijos.

Mientras mamá fue al mercado decidí bañarme. Luego de mi baño, de más de una hora, bajé a la cocina y encontré a mi tía y a mi madre cocinando. Estuve en la tienda ayudando a papá y luego a mamá apalastando las papas. Ya en la tarde almorzamos una causa exquisita y un rico caldo de camarones para luego saborear una dulce mazamorra de calabaza.

Durante toda esta tarde estuve viendo muchas películas referidas a la pasión de Cristo, y a personajes como Judas Izcariote, José, Juan el Bautista, María, Nerón y muchos otros que retengo aún en mi memoria. Y de todo aquello me puse a pensar en lo siguiente:

"¿Qué clase de persona soy?. ¿Qué clase de persona me considero?. ¿Soy superior a los demás o es acaso todo lo contrario?. ¿Porqué me siento así de extraña?... Sólo he hallado una respeusta: Soy quién debo ser.
He escuchado constantemente que todos tenemos un próposito en esta vida encaminada servir a los demás y por ende al Señor. No me siento mejor que nadie pues creo ser igual a todos. Supongo que lo mismo debió sentir Jesús. Segura estoy de que sufrió mucho con nuestra traición, fue además un hombre ejemplar que fue capaz de entregar su vida por nosotros sin esperar recibir nada a cambio. Me pregunto, ¿existirá hoy algún hombre capaz de ello?. Lo dudo, y no por su fe sino por el valor que hace falta, dentro de aquellos me incluyo, pues no tendria la sufieciente capacidad que se requiere. Él es mi fuente de alegria, mi esperanza, mi fe, mi confianza, mi voz, mi espíritu, mi serenidad, mi amor, simplemente mi alma y cuerpo unidos en una sola cosa: Yo, en mi alma pura y libre de tentación, simplemetne yo en escencia pura."

lunes, diciembre 25, 2006

Pasame la botella!....

Nuestra familia es muy unida, sobre todo cuando se tratan de eventos especiales. Hace más de cinco años, la afamada boda de uno de mis tíos fue la ocasión precisa para juntarnos nuevamente. La ceremonia se realizaría en Chiclayo por eso empacamos nuestros atuendos, embarcándonos en un viaje que jamás podremos olvidar.

Muchas cosas sucedieron durante nuestra estadía en aquel departamento maravilloso, Lambayeque, pero existe una anécdota en particular que más que bochornosa resulto a mi parecer cómica y por ende digna de contar.

El día había llegado, el vestuario de la hermana del novio estaba listo después de haber conseguido un costurero excepcional que logro levantarle la basta, mi padre. El traje de este último se encontraba impecable, mi vestido más que lindo era poco original, una copia nada inteligente del vestido de mi prima; la gringuita Stephanie; idea de nuestras madres por supuesto.

La familia entera estaba casi lista, aunque claro no faltaron descuidos con los que de seguro los novios no contaban horas antes del matrimonio. Mis tíos, mi abuelo e inclusive mi padre tuvieron la gran idea de tomarse unas cuantas copitas, y así lo hicieron. Para la hora pactada todos estaban preparados aunque claro la resaca era obvia, sobre todo para uno de mis tíos a quién el alcohol afecta de manera abrupta.

Reunidos fuera del hotel tuvimos que cubrir los mínimos detalles, arreglarle la camisa a mi tío, aquel quien parecía ser amigo del alcohol. Abundante gel para mis tías, después de una ida rápida al peluquero; y un vasito de anisado para los nervios.

Los novios estaban listos, la familia estaba reunida, ¿pero donde estaba el padre del novio?, era lo que todos nos preguntamos empezando el baile nupcial. "Acérquese a bailar con la novia", repetía el juez, buscando con la mirada a mi abuelo. De pronto, "Dios mió, se quedó en el cuarto", respondió mi madre, aquel que habían cerrado con llave minutos antes de salir del hotel.

A falta del padre el novio acento la cabeza, decepcionado y triste a la vez. Desaliñado y falto de conciencia, mi tío aquel famoso amiguito del alcohol, levanto la mano, camino hacia los novios, y pronuncio algo que ridiculizo aún más el asunto: "yo soy su padre". El hermano mayor tomó el papel del padre que falto de conciencia se quedo dormido.

Sujetando su cintura la llevo hacia la pista de baile, susurro algo a su oído y se animo a reír sin vergüenza alguna. Los novios danzaban a su gusto y el incidente no pasó de aquello un mero incidente, que logro sacar carcajadas a más de uno y que ridiculizo a muchos otros.


Hermanitas

Mi mundo eran mis primas y mi hermano. Un día cuando tenia siete años conocí a dos personas maravillosas que posteriormente serían mis mejores amigas. Dos hermanitas que ingresaron al club que habíamos formado.

Mi hermano y yo nos reunimos un día en casa de mis primas para preparar refrescos y sándwiches, todo un festín en aquel entonces. El típico juego de la cocinita hecho realidad con la ayuda de la mayor de mis primas, actualmente casada y madre de una niña hermosa.


Ambas hermanitas habían llegado, y se sentaron en la mesa de la sala como esperando la merienda. Recuerdo que Minnie, una de mis primas, se acercó corriendo hacia mi persona y me dijo con una gran sonrisa en el rostro: "ven apúrate tengo que presentarte a las nuevas vecinas". Me apresure con ella, y no negaré que me sentía algo incomoda al principio pues no sabía que decir ni mucho menos como presentarme. Mas aquella vergüenza me las ahorraron mis primas, quienes nos presentaron. Nos conocimos ese día, y a partir de aquél formamos una gran familia.

Recuerdo haber compatibilizado rápidamente con aquellas muchachitas muy parecidas, de cabello cortito y con vestidos de igual modelo pero con diferentes colores. Enseguida supe sus nombres, Lisette y Denisse. La primera era más amigable, reía de nuestros chistes y no ocultaba su satisfacción y alegría, era dócil y sencilla; jamás se quejaba siempre reía. Denisse en cambio era más reservada, no reía fácilmente y hacia notar su tristeza e incomodidad.

No quería hacer sentir mal a las invitadas. Supe que debía hacer algo para cambiar la situación, todos éramos parte de algo y no se permitía la inseguridad en cualquiera de nosotras. No recuerdo como sucedió, pero me encontraba riendo a carcajadas con Denisse y murmurando chistes malos con Lisette. Sí, ese fue el inicio de una gran amistad.

Con el pasar de los años, la amistad se fue acrecentando y haciendo más fuerte. Con Lisette encontré a la amiga sensible y caritativa, aquella que se mostraba respetuosa siempre y que jamás se negaba a hacer favores a los demás. Una muchachita que siempre sonreía tranquilizando nuestros corazones con sus palabras. Leal, sensible y sincera; así era Lisette. Pero no fue con ella con quién más andaba.

Denisse y yo siempre andábamos juntas, nos divertían las mismas cosas y opinábamos igual de ciertos temas, nuestros gustos eran similares y contábamos la una para la otra para cualquier tipo de problema. Era mi alma gemela, yo le cuidaba la espalda, y ella cuidaba la mía. Más que amigas éramos hermanas. Nos divertíamos a full jugando play station o fútbol frente a mi casa, contando cuentos de terror hasta la amanecida o jugando botella borracha con mis vecinos. Molestando a nuestros amigos y buscando pleito donde no lo había. Así éramos las dos de incondicionales como para ir a matricularnos al mismo colegio, ir a misa juntas o molestar a los mismos muchachos. Esa era mi mejor amiga, aquella que lleno mi slam a más no poder y la que repentinamente salió de mi vida hace más de dos años.









El practicante

Esto me sucedió hace cuatro años, cuando cursaba el último año de secundaria. Me había formulado muchas expectativas para mi futuro, era demasiado indecisa y no había hallado aún mi verdadera vocación. Me sentía perturbada, por ello no dude en asistir a la psicóloga de mi escuela para realizar las pruebas de aptitudes y otras cosas que elaborábamos. Y escribo en plural, por que en mi adolescencia no solo fui indecisa sino también insegura, andando pues en uno de los tantos grupitos que en los salones suelen formarse. No el de los chancones, ni en el de los chongueros, mi grupo estaba formado por siete muchachas, en las que me incluyo. Las típicas chiquillas inseguras, burlonas, chanconas, de las que paran siempre en la luna, en fin era toda una variedad.

La preocupación sobre nuestro futuro y por obtener una respuesta inmediata, era compartida. Durante toda una semana íbamos a las dichosas pruebitas que solían hacernos, algo que pareció convertirse en un experimento de ratones, en el que nosotras cumplíamos aquel papel. Un dichoso papel necesario para nuestro tes se encontraba en manos de una psicóloga amiga de la nuestra que trabajaba en el Hospital Sergio Bernales, aquel que quedaba cerca de nuestro colegio.

Nos carcomían las ansias, por ello decidimos ir a buscar el famoso documento, sin embargo no hallamos a la famosa amiguita en la sección de psicología del hospital. Estábamos agotadas.
Saliendo del nosocomio una amiga mía me dijo: “Sandy, ¿viste al muchacho que entró?” Le respondí que no. “Es lindo, es un churro”, me repetía constantemente. Al principio me pareció muy gracioso que mi amiga hablara de esa manera, aquella muchachita que alardeaba su falta de interés por los muchachos, en ese entonces. Las demás lo tomamos con gracia y nos matábamos de la risa, sin embargo algo más que la risa me había embargado, la curiosidad.

Para hacer chacota, decidimos ingresar nuevamente al hospital en busca de aquel muchacho que había dejado muy inquieta a mi compañera, aunque no falto alguna que otra molestia de dos de mis amigas, que gracias a Dios no se encontraban en esa situación tan deprimente.

Buscamos al chico por todos lados, y nada. Fuimos hacia la capilla y allí rebuscaba al joven por los alrededores. Gire mi cabeza lentamente para encontrar a algún muchacho que cumpliera con la descripción, y cuando anduve volteando hacia mi amiga… Bom bom bom, mi corazón no paraba de latir en ese instante. Dios, esos ojos, jamás había visto belleza alguna. Me miró y lo mire. Quede perpleja, simplemente no tenia palabras para descifrar lo que sentía. De pronto el juego de niñas pasó a ser un juego de niñas locas, aunque no tan niñas.

El siguió su camino y yo lo seguí con la mirada, él se perdió por un momento y yo le perdí de vista. “¿Lo viste?”, me pregunto mi amiga. “Sí, lo vi.”, le respondí. Estaba aturdida, algo paso por mi mente en ese momento, y les propuse seguir al muchacho. Las convencí, aunque en realidad no tuve que decir mucho, todas estuvimos de acuerdo desde un principio. Era uno de esos pactos en el que no se necesitan palabras para saber lo que pretendíamos.

Lo seguimos por los pasillos. El vestía un jean azul y un polo, no recuerdo el color por que el mandil que tenia puesto no me dejo notarlo. Era estudiante de medicina, sin duda, era muy joven para ser un médico, luego comprobé que era cierto. Era un juego de espías. Nuestras miradas no lo perdían de vista, él gozaba de seis pares de ojos siguiéndolo por todos lados. Esa era la situación.

Seguimos con aquella posición absurda, pensando que no se daría cuenta del juego sucio que teníamos montado, pero era más que obvio que de eso ya se había percatado. En un descuido lo perdimos de vista y él siguiendo nuestros pasos regreso, nos miro, y rió. Una sonrisa que me dejo aún más petrificada. El sabía con perfección lo que sucedía así como el poder que tenía en sus manos.

Eran casi las dos de la tarde, luego de seguirlo tanto tiempo se dirigía hacia la salida principal. Paramos metros atrás y nos escondimos, en realidad no creo que el disimulo halla despistado las sospechas. Se volvió hacia nosotras, sonrió y con delicadeza se quito el mandil, la doblo y la guardo en su mochila. Se acomodo el polo y salio a prisa, fue un espectáculo que jamás olvidare.

Salimos detrás siguiéndole con sonrisas dibujadas en nuestros rostros, a lo mejor de vergüenza o talvez de nervios. Sólo pensaba en seguirlo y no me importaba lo demás, ni las criticas, ni los comentarios que pudiese recibir. Lo perseguí como quien persigue a un criminal tras el disfraz de un detective encubierto.

Estando fuera del hospital vimos que tomaba un carro, y con sorpresa note que dos de mis compañeras cruzaron la pista, cuando retornaron hacia nosotras nos dijeron: “tomo una combi en dirección a San Miguel.”

Cuídate...

Subo a la combi para ir a mi casa, son más de las 10 pm,y el aburrimiento se apodero de mi persona 3 horas antes. Me siento en la parte derecha de uno de los dos asientos que colindan con el del cobrador. El carro empieza a llenarse, la gente esta apurada y el paradero es transitado. Hace frío, por ello las ventanas estaban cerradas. Detrás del chofer se sentaron cuatro personas.

Mis ojos se fijan en los tuyos, no pretendo cerrarlos, no quiero pestañear por ningún momeno. Siento paz. Él me mira fijamente y no desprende su ojos de los mios. Ambos nos compenetramos en un veiven de nostalgia y alegria, sentimientos encontrados. Mi vida parece no tener sentido, me ólvido de todo por un instante, me encierro en tus ojos tan azules como el fírmamento, no quiero despegarme de tu iris, he perdido la noción del tiempo, mis parpados no se cierran y los tuyos támpoco.

Me miras fijámente, pareces buscar algo y no lo encuentras. Me miras tiérnamente, y alguien nos interrumpe. Te arrinconas a la ventana y no te encuentro por un instante. Es una señora quién perturba nuestro lazo, aquel que creamos hace tan solo unos minutos. Te busco nuevamente y tu haces lo mismo, al fin te hallo y aunque me cuesta no queiro apartar mi mirada de la tuya. Oh, ahora creo en los hechizos, pues tu me has hechizado. Reten mi mirada en la tuya, seas mago, hechizero o chamán.

Me piden permiso y me hago a un lado, debo acomodarme hacia la ventana. No parece facil verte nuevamente. Insisto y se me hace cada vez más dificil. Tratamos de contactar otra vez, y no hallamos la forma. Me desvanezco, me aturdo y miro por la ventana pensando, buscando alguna forma. Mi visión se distorsiona y te veo a través del ventanal. Te observo mirándome, buscándome, acariciándome como sólo tu lo haz hecho. Te miro y me miras, te has dado cuenta del descubrimieto, ahora hallamos una forma de estar juntos de nuevo.

Me encuentro muy cerca y no puedo tocarte. Soy débil y no te hablo. Parecemos dos mudos contemplándose ridiculamente, pero tránquilos y distorsionados. Te acomodas el cabello, tus manos sostienen ahora tu quijada, y tu mirada aún sigue penetrante buscando algo en mis ojos, buscando algo en mi alma. Yo en cambio estoy feliz, aún falta mucho para bajar, espero que tu no bajes antes. Hasta entonces espero que mi felicidad no acabe.

Ese gesto que haces con tus manos, ese gesto con el rostro y esos ojos... Sí, he bajado un rato la mirada. Parece que estamos compitiendo, para saber quién es el primero en parpadear. Oh, sólo tú me das tranquilidad, esa que perdí hace unas horas, y que empiezo a recobrar. Ya casi llegó, aún no bajes por favor, aún no.

Es hora de bajar. Temo que es la despedida. Mi mirada se perturba con un adios que tu has decifrado correctamente en mis ojos, y con un cuídate que yo descifre en los tuyos. Bajo y me dirigo hacia mi casa, pero antes volteo suavemente girando el cuello. Tú te vas, pero ahora sabes donde vivo.



viernes, diciembre 22, 2006

Cruel Navidad para todos


Cada 25 de diciembre, el perdón, la solidaridad y fraternidad se apoderan de las personas que celebran el nacimiento de Jesús, como la venida al mundo de áquel que supo valorar la vida mucho más que cualquier otro.

Las luces iluminan los ventanales de las casas. De diferentes tamaños, colores y formas nos deleitan con el sónido singular de algún villancico. Las tiendas y supermercados se encuentran abarrotados, empezando 3 días antes de la fecha mencionada, y es que tenemos la costumbre de esperar hasta la última hora para comprar los regalitos, unos que otros bocaditos, y los artículos que hagan falta para los preparativos.

La presión es tanta que nuestros padres enloquecen, y más que un pensamiento negativo se nos cruza por nuestras mentes. Se estresan, gritan, otros suelen usar la agresión de manera torpe, y lo alegan a la situación: los gastos, las visitas, la casa, la comida, los regalos, la ropa, los hijos, los padres, y para todo: el bendito dinero. Sí señores, nada más cierto. Este último siempre hara falta.
Materialismo, tristeza e hipócresia. Eso es lo que uno observa en la navidad. ¿Quién da más?, parece ser la interrogante que todos formulan en sus cabezas. Faltando minutos para la medianoche, las cosas deben estar listas. El pavo ya debe salir del horno, el arbolito debe estar adornado y el niño listo para recostarse en el pesebre.

Los trapos que lleves puesto, son de suma importancia. Las chicas quieren impresionar y deleitar a sus parejas, y si no las tuviesen: mejor ocación como aquella, donde todos parecen conocerse, muy pocas. Los jóvenes en cambio encuentran este día, préciso para galantear a la muchacha que le quita el sueño, y por ello debe andar bien vestidos y perfumados. Más, si no sacan la billetera a cada rato alardean con el celular en la mano.

Se ha perdido el verdadero significado de esta fiesta, que no parece tomarse con humildad sino con un sentimiento competitivo y egoísta por ver quién es el mejor vestido, quién da el regalo más caro o quién festeja con pavo o con pollo. Así pues, el sentimiento que debería unir a la familia, se ha convertido en un juego espantoso en el que casi todos son partícipes. Plageando costumbres ajenas o creando las suyas, parece que nos veremos inmersos en este bodrio navideño, del cual no hay escapatoria.

domingo, diciembre 17, 2006

Anhelo...

!Quiero ser una comunicadora!, le dije a mi padre. ¿Juatt?. Esa fue su respuesta.
El deseo de ser comunicadora social lo descubrí a los 16 cuando me encontraba terminando el colegio. No recuerdo como surgió, el hecho es que me agrado la idea. Habia leído que una comunicadora social no sólo se trataba de una periodista, era mucho más...una publicista, una relacionista pública, una productora,...vaya que la comunicación es escencial. Pues bien, mi padre no fue el único que se quedó con la boca abierta, fue mi familia en general. No es sorpresa para quienes me conocen que no soy una muchacha muy social que digamos. Si se entiende que ser social es salir por las noches a conversar con los vecinos, estar por las tardes en la calle, sea en mi barrio o de shoping, o ir a comprar a la tienda el pan. Ok, esto último puedo considerarlo como un motivo.

De abogada a doctora, de doctora especialista en necropsia a pintora, de pintora a economista, de economista a abogada, de abogada a traductora e interprete y de traductora e interprete a comunicadora social. Esa fue la ruta que seguí para encontrar mi vocación.

Cuanto más iba creciendo me iba dando cuenta que encontrar mi vocación no iba a ser nada facil. Era muy impredecible, algo que durante años me ha causado problemas, también a mi familia. Recuerdo que tenia 10 ó 11 años, era cumpleaños de una vecinita y mi madre me compró un vestido pues yo estaba impaciente por ir. Lllegado el día y faltando unas horas para el cumpleaños, se me ocurrió que ya no queria ir al susodicho compromiso. Estaba aburrida y me sentia mal, siempre he sido terca y no queria, simplemente no quería. Mi madre enfureció, me grito tanto que se puso roja como un tomate, se habia molestado y por ende se puso a llorar de rabia. Me sentí mal, pues no era mi itención causarle daño, pero este ya estaba hecho. Pues bién así de voluble y terca he sido, actualmente trato de no serlo, y es que estando en el lugar de mi madre de seguro reacionaba igual o peor.

Sin embargo, en cuanto a mi vocación, nunca he querido tomarlo como un juego. Sí, he hido variando y mucho, pero era muy pequeña y siendo un pequeño siempre tienes sueños e ilusiones. Uno de mis sueños y una meta en particular es crear mi ONG, para ayudar a personas con bajos recursos a plantearse un plan de desarrollo conjunto que saque adelante a sus familias y por ende al país. Es algo que estoy planificando como un objetivo a futuro. Algo que desde muy pequeña fui planeando en mi cabeza, y es que deseaba ser presidenta del Perú para ayudar a los más necesitados. Soñaba con ser millonaria y comprar terrrenos para brindárselas a las personas que quisieran construir un hogar, darles comida, y regalarles presentes. Ahora sé que de pan no vive el hombre, sino de sus capacidades y de la forma en como usa su ingenio para beneficio propio y de los suyos, aprovechando las oportunidades y creándoselas.


Durante muchos años he creído en mis capacidades para poder cumplir con cada una de mis metas, alguna vez me dijeron "eres una soñadora", y respondí que sí. Absolutamente cierto, lo soy y creo que los sueños son importantes, siempre que se vean a futuro como oportunidades para cumplir con diferentes objetivos, y no simples sueños estancados en el olvido.

Ser presidenta del Perú, por ejemplo, fue uno de mis grandes anhelos. Jamás lo he olvidado. Siempre he deseado que algún día sea toda una realidad, y de alguna forma me he ido preparando para ello, aunque paresca gracioso. Lo cierto es que siempre desee con formar parte del Gobierno, y como una ganadora que aspira a lo grande, deseo ser presidenta de mi país. Nada es imposible. Sin embargo, sé que este no es un cargo fácil de desempeñar, y nuestra historia nos ha demostrado que quién se encuentra en la política no esta desligado de la corrupción, sea participe o no, tiene que aprender a sobrellevarlo como algo común y familiar en este ámbito.

Mi deseo por buscar el desarrollo conjunto, es algo que durante años ya he ido planificando. Y es que no hay nada más gratificante que tener la sola sensación de haber cumplido con tu misión. Lo hermoso que es encontrar las sonrisas de los demás y el agradecimiento de estos hacia tu persona. Es fantastico, es indescribible... Estoy segura de que cada uno de nosotros vino al mundo con una misión, a lo mejor esta es la mía. Sea como fuese me alegra saber que encontré la vocación ideal para desempeñarme en lo que más me agrada: contribuir con mi gente, con mis hermanos, con mi país. Por que no basta amar al Perú para ser patriotas, no basta decir "te quiero", el verdadero patriotismo es cumplir con el país, actuar y demostrar que tu accionar es el más justo y correcto.

miércoles, noviembre 29, 2006

¡Un día de locos!

Hace 10 años, un viaje a las afueras de la ciudad siguiendo la carretera Lima - Canta procuraba un día placentero, pero se vio confinado a una experiencia sumamente desastroza. Dos niñas, un bebe y dos madres deseperadas en medio de las llamas, deparó en la actitud valerosa de un personaje que se convirtió en mi heroe, y cuyo nombre avizoro cada día de mi vida como fiel tribuna de un coliseo romano que ve al gladiador eliminar al más feroz de sus contrincantes.

Durante dos años había asistido a Cataquesis con mi hermano, añorando la llegada de nuestra primera comunión. Faltando días para el 8 de diciembre, el día esperado, los miembros de la Cataquesis decidieron organizar un viaje al Centro Recreacional Han`s, el motivo era que los padres e hijos estubieran en comunión, en fraternidad con sus hermanos buscando la tranquilidad del alma, algo usual para quien decide tomar votos.

Partimos muy temprano en la mañana en uno de los buses destinados a llevarnos. Durante el camino entonabamos canciones y alabanzas al Señor, nos sumergiamos en un goze inexplicable, nuestros rostros se ilumiban de una alegría incontrolable al vernos así de unidos todos en familia, fortaleciendo aquel lazo de amor y respeto.

El lugar era hermoso, imagine que me encontraba en el paraiso, quizás me deje maravillar por aquel paisaje espectacular lleno de verde floresta y de un río que resonaba con ímpetu, el Chillón. Tenía el impulso de introducirme en aquel torrente, mojar mi cabello en él y lavar mi rostro sin cansarme siquiera, pero era una fantasía que no cumpliría por el momento, ya que de alguna manera no tenia la privacidad que requería.

Las familias se dispersaron, y mis padres colocaron las cosas en un espacio cerca a un árbol. Cerca estaba una amiga y sus padres, yo en cambio me encontraba no sólo con los miós sino también con mis hermanos, uno de 9 y el otro un pequeño de apenas 11 meses de nacido. Almorzamos, reimos y seguimos cantando, la felicidad nos embargaba, entré en un éxtasis casi inexplicable.

No añoraba mi casa, ni a mis amiguitos de barrio, no añore nada. Era el firmamento, era el frenesí, era divino. No supuse que el día acabaría, ni que algo obstaculizaría nuestra felicidad. Me sentí totalmente viva en ese momento y cualquier palcer no se comparaba a ese, aquel momento. Después de habernos divertido largo rato, de haberme sumergido en el fango y de haber correteado como loca trás mi hermano, añore la privacidad que antes había deseado... Le dije a mi madre que deseaba meterme al río, pero que no queria estar cerca a los demás niños, deseaba disfrutar el momento con ella y mi amiga, quién le comunicaba lo mismo a su madre.

Tomadas de las manos nos dirigimos hacia un lugar apartado siguiendo la margen del río, mientras mamá conversaba con la madre de Melisa y sostenia a mi hermanito en sus brazos. Encontramos un arroyo, hermoso y limpio, me desate el cabello y me disponia a ingresar con mi fiel amiga, mientras nuestras madres disfrutaban del espectáculo.

Sentí el impulso de voltear y así lo hize. Me miraba fijamente, no bastó un gesto para darme cuenta que me indicaba que saliera deprisa. Mi madre lo interrogaba, creo que preguntaba el porque de su intromisión, no lo recuerdo. Me sujete a mi madre y el sujeto prendió fuego a un fojón de carrizo del cual no me había percatado. Estabamos solas con aquel desquiciado, senti horror y repulsión al mismo tiempo. Quería meterle un patadón, abofetearlo, arrojarlo al arroyo y ahogarlo. Era un viejo decrépito ¿como podría defenderse?, eramos cuatro contra medio hombre. Pero no, sólo me quede atónita frente a él que repetia constantemente: "Siempre invaden mi terreno".

El fuego se esparcio rápidamente, pronto nos quedamos solas y afligidas pensando en lo injusto que era el destino, habiamos blasfemado impunemente. Mamá estaba desesperada, el anciano habia desaparecido y no me habia percatado de su ausencia. Las cuatro estabamos descontroladas, yo gritaba pero era inútil, nadie me escuchaba. Mi madre sujetaba fuertemente a mi hermanito, le tapamos el rostro con la colcha pues era prescindible que no respirase el carbono. El tiempo era interminable, me sentia perdida y culpable, pero segura sin saber porque. De pronto me percaté que no eramos las únicas, varias personas se encontraban con nosotras en la misma situación, deseperadas y afligidas esperando socorro.

La ayuda no se hizó esperar. Vi a mi padre venir con otros dos señores , corrió hacia nosotras pasando debajo del carrizo en llamas y las cenizas que caián sobre nosotros. Me sujetó muy fuerte contra su pecho, me dio besos y luego abrazó a mi madre. Mirándome un poco más calma que ella, realmente no sé si lo estaba, me dijo: "saca a tu madre de aquí, vayanse por el otro extremo". Efectivamente era una salida, tendriamos que cruzar la caña y el río pero era más que una posibilidad una escapatoria segura. Habló con ella y tomo a mi hermanito en sus brazos, prometiendo que lo sacaria, que todo estaria bien que nada malo pasaría, y yo le creí.

El dolor era profundo, en nada me afectó las cortadas que las cañas me propiciaron, tomadas de las manos eso pasó a un segundo plano. Era la supervivencia, el instinto de vivir. Encontramos a Enrique, mi otro hermano, estaba sentado cuidando las cosas. Era sorprendente la calma que poseía, viendo correr a los demás hacia los buses, acto del que se jacta despúes de 10 años.

No vi a mi padre, ¿porqué no estaba allí?. Debía estar allí, me lo repetí constantemente y el dolor, el temor , los remordimiemtos se apoderaron de mi persona. Me sentía desfallecer, él no pudo haberme mentido, no podía rendirme a esa idea estupida en esos momentos, no, él no. Me tomó por sorpresa de la cintura, me dijo agarra la mochila, era cierto ya habia llegado. Estaba trás de mí cargando a mi hermanito. Mamá sonrio de felicidad, se abrazarón y por un momento sentí que era la persona más dichosa del mundo, por tenerlos a mi lado. Tomamos las cosas y rápidamente corrimos hacia el bus. Nos dirigimos a nuestros asientos mientras la gente se amontonaba. Allí reunidos en fraternidad, descubrimos algo que nos unirá por siempre, el objetivo del viaje dió resultado aún más de lo provisto. Y si en algo debiamos agradecer era que nuestro lazo se habia fortalecido, y que Dios no nos había abandonado.



sábado, octubre 28, 2006

Susurro

Mejor calla y observa
al lado tuyo alguien susurra.
Los ojos se nublan,
se forma una grieta,
el corazón late fuerte,
desnudas tu ser.
Toda cual eres:
suya, toda suya,
siempre suya.
Hasta que esto acabe.

¿Estás bien?

Dime si estas bien,
talvés pueda ayudarte.
Todo lo que pidas te dare,
lo sé, parezco Papanoel.

Dime si estas bien,
pues quiero verte feliz.
Una sonrisa no bastará,
deseo alegrarte la vida.
Ven comnigo cada noche,
se hace pesada si no estas
y no digas ok, dí que me amas.
Todo estará bien
si me haces feliz en sueños.
Estando a mi lado
el mundo dejará de exístir.
Estando contigo
todo cambia.
¡Ven!, no estes mal
Comnigo encontrarás alegría,
carcajadas querré arrancar de tus labios,
respirar el mismo aire,
contagiarme de tu hedor.
Disfrutar esos momentos
complaciendo el corazón
Cuando estes bien
y hayas consolado mi alma
no bastará un te quiero.
Deberás seguir mi camino,
serás feliz a mi manera.
Ahora dime, ¿estas bien?

Muy triste

Sin sentido busco una ronda más, hablo sin parar. No sé que hacer, talvés mi mundo acabara, siento que estoy un poco así... muy triste

No sé que hacer tal ves despertar... muy triste Si deseo beber siento que vomitare, si quiero sonreir siento que lo hago mal.
No puedo vivir con lo mismotodo esta mal, siempre esta mal. Debo acabar, ya no puedo soportar muy triste

lunes, octubre 23, 2006

A tu memoria

Pequeña y de gustos raros, saltabas e inclinabas tu cuerpo empeñada en alcanzar el objetivo. No te conformabas con una, querias varias, y esperabas el momento opurtuno para hacerlas presas de tu ansia de apetito incontrolable. Se había olvidado de ti, no te recordaba, no venia ni te buscaba, caminaba por allí sin darte importancia.

El mundo era extraño para ti, apenas cubría unos 50 x 80 cm. de alrededor, no podías moverte y sentías cada día ese pesar, la libertad. Pusiste tus patas sobre la luna y te percataste como muchas veces que ese no era tu lugar.

Extrañabas lo pasado y tus lagrimas se confundian con el agua sucia y repugnante, que aturdía tu pequeña cabeza puntiaguda y prehistórica. Te ahogabas, te asqueabas y no podías expresar más que sufrimiento. Te hacías debil y tu cuerpo se transformaba en un pedazo humedo y mogoso pegado cada vez más a tus órganos internos.

Estabas debil, super desnutrido y seguía pasando por allí sin prestarte atención, te había abandonado. Las ansias locas, el deseo empedernido por cumplir contigo y hacerse cargo de ti se habían ido. Andaba ocupada y el pretexto fue tal, que pasaste al olvido.

No podías más , era grande el sufrimiento, el dolor acaba con tus ganas de sobrevivir en el campo donde se concentraba tu hedor, tu porqueria, tu resentimiento. Esé donde la tristeza, amargura, odio y rencor, se apoderaron de tu vida, y por ello deseaste su mal, su pesar, sus lagrimas, su muerte.

No tenias fuerzas, ya era muy tarde, la muerte te acechaba y lo sabías. Te preparabas y con un último aperitivo quiziste alcanzar la gloria, pero no pudiste. Te rendiste, te abatiste, cerraste los ojos y nunca más los abristes. Por fin fuiste libre.

Tu cuerpecito inerte siguió en la pecera, despúes de muchos días, y se percató de tu existencia tras observar el agua marrón oscuro que se impregnaba de un olor repuganate. No te podía ver, habías muerto. Cual fina hoja de papel flotabas en el agua inmunde, y tu deformidad era tanta que lograste que derramara lagrimas, que sufriera y que se abatiera ante aquella escena, ante aquél drama que sentenciaba su falta de responsabilidad y la forma en que se convirtio en un monstruo vulnerable.


domingo, octubre 22, 2006

¡Joder!

Salir a pasear y disfrutar un fin de semana. Algo poco común y cuyo disfrute deseo con ansias desde que empezaron mis prácticas. Me desvela en las noches cuando ansio salir al día siguiente para no estar en casa, soportando a mis padres y a las alimañas (hermaos).

Surgío un momento en mi vida que decidí no salir de casa. Encerrarme tras la puerta de mi habitación y divertirme a mi manera, dibujando, escribiendo, escuchando música y cantando.

La vida afuera era aburrida. Los días en que corría por la pista persiguiendo a mis amigos, ya pasaron. Aquellos en los que las escondidas y las chapadas me entusiasmaban a cada rato, y en los que sentarme con ellos a jugar a la botella borracha me había desinteresado por completo. Ahora, queria sentarme frente a mi comoda, prender la lámpara y ponerme a leer.

Empezé a preocuparme por mi educación y por cosas que a lo mejor no me interesaban con anterioridad. Preguntaban entonces ¿qué me sucedia?, ¿qué ocurria conmigo?. Me gané el apelativo de petulante y sobrada, no me intereso en lo más minimo y aún no le tomo importancia , de eso hace más de 7 años.

Solo conocia el cole, la academia y mi casa, no queria más. Se preguntaron entonces, ¿si estaba de viaje o estaba muerta?. Corrió el rumor de que estaba en casa cubierta con telas de arañas, que me habia muerto de una enfermedad terminal, que habia viajado a los United con mi tía o que me habian secuestrado y mi cuerpo no fue encontrado. Pasé a ser un mero fantasma, una anima que se asomaba por las ventanas de casa para observar a los muchachos jugar fútboll, los domingos en las tardes. Y no me importó, seguí en lo mismo.

No salia, no hablaba con nadie, aún lo hago y no me importa. Me volví uraña. Pocos amigos tuve y a pocas personas conserve en mi trayecto. Mi vida se ha vuelto así, el de una solitaria entusiasta del destino que ha elegido. Se preguntan por que soy antisocial y respondo que "no lo soy", tan solo prefiero estar con gente que no se la pase hablando estupideses, y es que aguantar el fútboll peruano, los novios, los hijos y las fiestas no va conmigo. Prefiero seguir encerrada en casa y que sigán creyendo que he muerto.

Hace mucho que mi vida ha cambiado. No soy la misma muchacha ingenua, sumisa y risueña. Lo siento, ahora conozco mis derechos y quiero que los respeten.

Por el hecho de ser la prima mayor cuidaba a todos lo criters, hijos de mis tíos, que venián a casa a jugar. Me los encargaban como si fueran míos. Pero eso se acabó, y si alguno quiere jugar al chancacarro, saltatecho, u otro tipo de diversión, ¡que lo haga!, no me interesa. Quieren que les haga favores y no estoy de acuerdo. Muchos suelen ser convenidos y no estoy para eso, suficiente con hacerselos a mis padres.

Desde que ingrese a la universidad, amplié mi conocimiento. Ahora conozco San Isidro, San Borja, Breña, Surquillo, Surco, Miraflores, Los Olivos y San Martín de Porres. ¿Cómo?, la respuesta está en la variedad de alumnos y zonas en las que viven. Ahora salgo más, mi vida se ha vuelto un poco más "placentera". Me divierte ver a la gente pasear por la calle y estar cerca a ellos. Pero en casa, sigo bajo cuatro llaves pues no hay con quien platicar.

Maldita la hora en que mis primas se casaron, maldito el momento en que sus maridos las preñaron, maldito el día en que mi mejor amiga se mudo, maldita generación que dejó perturbarse y maldita sea la hora en que los conocí. ¡Joder!

jueves, octubre 19, 2006

Sentencia

¿Para qué quiero vivir si no tengo al ser amado?. Boberias. Mente retrógada y repugnante, ¿cómo se te ocurre pensar en ello?, ¿la locura se apodero de tí?, ¿un lapsus quizás?.. lo más probable.

Vívir. Por que no quiero dejar las cosas así, quiero cambiar en algo esta vida insignificante llena de problemas, de quehaceres. Quiero ser lo que siempre quize , ¿porqué escuchar voces que decepcionan, que en nada me ayudan a mejorar?. Oír las mismas cosas, "la suerte", ¿quién dijó que existe?...Yo no creo en ella, mi vida gira en rumbo a lo que yo quiero, lo que preciso y deseo. Por que cuando pretendo algo con tanta fuerza muevo el mundo entero por conseguirlo.


¿Dejarme vencer por los obstáculos?. No, eso es una mera sensación de derrrota, pesimismo propio de un ser que repugna su vida, alguién cuya incapacidad de amarse sobrepasa los límites del menosprecio.


Yo me amo. Me quiero tanto que al mirarme cada día al espejo lanzo besos al espectro. Me anhelo, me deseo y me concibo. Decido y forjo mi destino, soy yo quien crea las reglas del juego en este mundo intolerante de todo aquel que no cumple con normas. Aquellas que vuelven sumisas a una suma de borregos que siguen con afán las fantasias propias de un totalitarismo , impuesto por estados y gobiernos que desgarran mi piel cuando pago el IGV.

Sí soy así, inapropiadamente sana, deslumbrada por la vida pagana. ¡Júzguenme si quieren!, pero en nada cambiaran una actitud incansable que por mucho será algo que ustedes bien quisieran ser.

Conflicto

- ¿Qué cosa quieres?
- no sé... sigue escribiendo
- ¿Porqué?
- por que yo lo mando
- No entiendo... ¿qué te pasa?, ¿quién eres? ...
- tú
- ¡Mentira!, ¿qué me pasa? no lo entiendo. ¿Eres dios?
- no... soy tú
- Dime la verdad. ¿Quién eres?, ¿qué haces allí?, ¿porqué me hablas con persistencia?. ¿Qué me pasa?, ¿estás allí?
- sí... sigue escribiendo, no te detengas que los demás observen
- ¿Qué?
- el manuscrito
- ¿Crees que este bien?
- sí... tu sigue
- Aún no has respondido. ¿Qué quieres?, ¿quién eres?, ¿qué buscas de mí?...
- nada... sólo escribe
- ¡Pero dime! no aguanto... soy impaciente
- no te detengas
- ¡Responde!
- tu conciencia.
_...

martes, octubre 17, 2006

Camino a casa

Durante el verano, las horas parecen inagotarse... Ningún destello de aire fresco roza en el rostro de quién viaja en un bus, de regreso e ida al hogar. La suma de olores, repentinos atropellos, y robos acuciosos son el pan de cada día.Alojarse en un pequeño espacio de no más de un metro por lado, y encontrarse cerca a un obeso que te roza sin querer, son sucesos que ameritan una llamada de atención.

El calor perdura, las ventanas están cerradas, los olores se impregnan y nadie reclama. "Apúrese señor que este carro parece una tortuga", es lo único que parece importar a una señora bien al saco que toma muy en cuenta lo de "el tiempo es oro". Observar ciertas actitudes resulta placentero, pero asimilar que el olfato se haya adecuado al repuganante olor a alas que arremete destruir el sentido propio, y que capta adeptos en las moscas que repentinamente aparecen, no resulta nada fácil.
"Toma asiento niña, yo ya bajo" me dice una dama muy atenta que se digna a bajar en la avenida Arequipa a escasas horas de la tarde. Arremetó contra la ventana, nadie esta a mi lado, "puedo respirar", pienso, mientras ubico la forma para sacar la nariz por algun orificio. Estoy más tranquila, hay pocos pasajeros y el aroma parece esfumarze despues de la bajada de una manada de ellos, en dirección al Rebagliati.

Una cuadra más adelante sube un hombre muy obeso. Aquél, no encontró mejor criterio que sentarse junto a mí y compartir ese pequeño espacio, cual nido de aves. De polera roja y pantalon oscuro, el tipo simula ser un guayruro. Pero esta vez la suerte no parece acompañarlo, junto a él se encuentra una joven impetuosa que no dudará en meterle un codazo si sus intenciones sobrepasan un típico roce no intencional.

Derroche de petulancia y presunción. El tipo saca del bolsillo un celular, la coloca cerca al oído y simula una llamada.. pero no cuenta con saldo suficiente, la operadora lo incrimina. La verguenza se apodera del rechoncho y su rostro se confunde con una manzana: roja, fresca y suave. Vuelve el celular al bolsillo luego cruza los brazos, sus ojos se rinden, los cierra y no los abre. La incomodidad no me deja estirar las piernas, sujeto mi codo izquierdo con la mano derecha, mientras los dedos de la primera extremidad juegan con mi cabello, revoloteando el envoltorio cenizo de mi cráneo.

Falta mucho para llegar a casa, el camino es largo y el gordinflón esta dormido, con la cabeza gacha y los brazos caídos. El sueño es contagioso y muy a pesar de mi esfuerzo, caígo rendida a los brazos del agotamiento. Contrapongo el deseo de cerrar los párpados con el indicio de que el gordo pudiéra despertar de manera abrupta. Sin embargo, mi pésadez es tanta que la primera derrota a la segunda por goleada.

Mi mente se nubla y al cerrar los ojos, apagó el deseo por permanecer atenta a las intenciones del cuerpo adiposo. No recuerdo más nada, un rotundo golpe en el hombro derecho, por parte del ventanal, me despierta y mi intéres por saber del gordo provoca que le busque la mirada. Cuando de pronto, ¡Oh... sorpresa!, no está a mi lado. Él ha bajado antes que yo, ¿donde?... no tengo la respuesta.

Ya solo faltan dos cuadras y me acomodo la cabellera, aquella que el ventarron que entra por mi ventana no se cansa en desacomodar. Me levanto y tomo postura, la velocidad del bus no detiene mi andar, por el contrario la acelera. No quiero salir despegada por la puerta, asi que tomo el pasamanos, engrasado por el sudor de palmas húmedas. Al bajar, siento el roce del aire no tan fresco pero despegado del aroma repugnante. El bus se va, no disipo rastro humano, debo esperar otro carro.



 
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