miércoles, abril 29, 2009

Noche Loca

Y fue una noche de encuentro, dejadas atrás las frustraciones, quizás también las depresiones; contrayentes después de decepciones, después del estrés, y más aun de esa mezcla de placer escondida y esa censura que incita.

Sí, la noche era nuestra. Desde temprano alistarse con cautela, sacar plata para los gastos, examen, ida y vuelta. Visitas, enlaces y desenlaces también. Que locura se apodera entonces de nosotros. Uno enfermo, la otra atareada, y quien escribe alucinada con la ausencia de pudor y cordura, que irrita la piel cuando se sonroja con solo recordar esas trampas del deseo y la despierta pasión que nos vuelve animales corroídos y ansiosos.

Caída la noche, ya se alistan las presurosas almas para el encuentro y la ventura. Ya se ubican en unos los deseos fervientes de otros. El lugar es agradable, un tanto insano para quienes prejuicios y estereotipos aún mantienen, pero para nosotros quizás era la mezcla perfecta de perdición conllevada al alma, el deseo ferviente de salir a divertimos, y quien quitaba además salir con un agregado inminente.

Preparadas para todo, se entra con mente abierta, porque dentro nadie sabe lo de nadie. Nadie quita y se apodere el ser salvaje, el pasivo, el activo, el altruista, el irritante. En este lugar encuentras de todo un poco, y despiertas algo que quizás creías olvidado, un ser en lo recóndito del alma que se fue afligiendo en el olvido. Y todos en busca de algo, el placer inmediato o la aventura pasajera.

Yo en cambio, soy un alma complaciente, y mis recursos escasean cuando estas. Pero que importa eso ahora, de pronto se pierde el pudor, y todo es un alboroto por llegar. Bailando deseosa, me toco y me deseo en un vaivén de regocijo interminable que incita locuras por hacer. La sensualidad de movimientos, sólo a gusto personal; y la intranquilidad del cuerpo. Esa electricidad se apodera de cada músculo mió, y ya no veo mas, cierro los ojos y me dejo llevar. Rica sensación, rica remembranza.

Pero la noche ha dejado pasar a la madrugada, y en ese vaivén colorido de besos húmedos salpicados de sudor; y esos toques, roces, y espasmos. Veo con fascinación el verdadero significado del ser humano: el ser libre para hacer lo que quiera, como quiera y donde quiera. Pero este ha sido solo un bonito recuerdo, quizás uno de los más memorables, y la diversión fue nuestra por casi 10 horas, y es hora de partir solo con recuerdos, con una vivencia, y con la alegría de ustedes mis amigos con quienes me divertí muchísimo.

Ojala y volvamos a repetir el plato, y es que no debemos ser desconsiderados con las pasiones que por dentro se esconden y afloran en un ambiente donde homos, heteros, trans, y bisexuales se juntan.



Noche Loca - SandyQP

viernes, abril 24, 2009

Sonreir

Y es posible que corazones afligidos colapsen de repente. Pero es mucho más devastador ofrecerle a Zeus el platónico desbalance de cordura, y fortuito resentimiento que sólo un espíritu desecho y abatido siente cuando las alas del amor parecen romperse de a poco. Y caes en el egoísmo, la suma sustancia del plomo que no me permite caminar, entonces.


Pero sonrió porque la bondad del alma apremia, y nos hace ver las cosas de manera diferente. Que el amor se encuentra en uno mismo, en las acciones, en los gestos y palabras de agradecimiento que un niño te expreso ayer, que un anciano te mostró a través de su mueca, o con las suaves caricias de una madre, que llegan a lo profundo del ser… Y nos muestra lo bello que somos. Lo imperfectos, lo maravilloso del ser humano. ¿Lo sientes?... yo sí.


No se borran las facciones, no se quita el ánimo, no se va el cariño, sólo me queda paz… y ese latido constante que me mueve lentamente, y me sube la temperatura haciéndome constante. Exquisitez.Que lo pasado quedó enterrado, que los humanos no somos perfectos, que talvez también fui egoísta. Que soy conciente de mis errores, y he de aprender a vivir de ello. Porque solo albergo afecto, no odios ni rencores... Que no quiero morir con extrañeza de mis amantes, que no quiero sufrir con constantes atropellos... Porque la vida es una, y la haré grande.


Le agradezco a Dios por todo, por cada experiencia, por cada persona que conocí, y las que estoy por conocer. Porque en la vida no hay hombres malos o buenos, sino decisiones erradas o correctas que puedan traernos logros o recompensas; o que pueda, talvez, dejarnos caer en el más triste y penoso olvido, el remordimiento, y la intranquilidad.


Vivir feliz es lo que anhelo, que ya se cerraron los capítulos penosos y tristes. Bienvenidos los amigos. Los de antes, los de ahora y los de siempre. Sonriamos, entonces, porque la juventud es una sola… ¿Qué dices? ¿Lo harás?...

jueves, abril 16, 2009

I dont

Es el latido constante y la opresión. La irresistible sinfonía de los versos. Hace mucho no escribía, mi musa se había ido de repente. Otros intereses, lapsos momentáneos, cordura recuperada. No entendía su mensaje, pero estaba muy claro. El me eligió de entre todas, su seguidora, su incipiente mitigadora de recuerdos, su comprensible amada, la niña de sus ojos, la doncella perdida, la amante recobrada.

Es increíble. Sucesos que competen al corazón, ahora los comprendo. Su insaciable animalito, su corresponsal de notas, su investigadora perdida entre los mares del porqué. Bello y hermoso, acontecimiento bendito. Me hizo recobrar la fe, la esperanza vuelta, el amor constante, la metamorfosis concluida. Y entre mentiras y verdades, frases dichas, y no hechas. Hoy amó con una fuerza inigualable, con una sola perspectiva, con el alma y con el cuerpo.

Yo aquí escribiendo, riendo de lo vivido, sintiendo que fui madurando, y un breve colapso no me ha retirado de la movida. Solo una pieza de ajedrez, sólo eso nada más. Miro al espectro allí observando. Que a lo lejos se manifiesta la sensatez del alma deprimida, pero viene a mí la infinita melancolía y pide reposo por momentos. No tengo espacio ya conmigo para darte a ti ¡Oh, amada angustia!; represión constante y compleja; un rincón en mi alma para frustrarme la vida.

Es un extraño querer que pueda o no perdurar con el tiempo. Pero, a veces anhelo. Esos tiempos, momentos de juguetes rotos, y constantes carreras aplicadas para capturar a los adversarios, de juegos ridículos e inventados. Juegos de infancia, de niñez. Y mirando las botellas vacías recuerdo esas sinfónicas risas. Y esos momentos de angustia, e inclusive sudor, cuando el minuto otorgado a un beso parecía ser interminable.

Recordar las chacotas en mi lonsa, cuando me vacilaba con mis patines, jodiendo a los profes, o aplicando para las notas. Cuando se plajeaba con cuadernos bajo la carpeta, soplando de a lo lejos, papelitos en el aire, manitas escritas, e intercambio de exámenes. Cuando nos enchapábamos con apelativos que dejaban volar la imaginación. Cuando reía a muerte con mi grupete, LMNSSSV por siempre.

Como se añoran aquellos instantes que no parecen irse jamás… Y el beso empalagado en la juventud, y las caricias dadas por amor. Y las amistades que perduran, conocidos por aquí y por allá. La felicidad me embarga. Entonces, veo todo tan claro como lo cristalino de sus ojos.

Que dejaré de lado esas estupidas acciones, ya no quiero pertenecer más al manto suplente del amor. No a la venganza, no al rencor, no odios, no mortificaciones ni pesares. Estos asuntos insanos del todo no pueden controlarme más, seamos francos, quienes me conocen sabrán bien no sirvo para ello. Así que asunto zanjado, no más. Que aquí se teñirán nuevas historias, las que se irán formando hoy y para siempre.

Confuso aún

Y en mis sueños me veo en sus brazos, sonriendo. Entonando una melodiosa canción, sinfonía que alberga el perdón. Y me he lavado el cerebro, no más rencor. Solo ángeles caídos, niña azul. Y entonces, sucede lo extraño. No contaba con entender que he allí las emociones corroídas formarían un súbito espectáculo.

Extraño juego del subconsciente, miro a mis seres amados. Como siempre, recordando las volteretas que damos cuando los llevo conmigo en aquel lugar, donde sus almas residen. Y los tengo a todos conmigo, somos mucho, pero formamos alboroto y todos danzamos porque las tristezas no llegan. Únicamente la felicidad.

Y en destellos de luz, se aproxima y me toma por los brazos, volteo y no veo su rostro. Solo me abraza fuertemente, y nada vuelve a ser lo mismo. Sólo el y yo. Siento paz, seguridad, siento volar, siento surgir, siento un revolotear, siento interiorizar mi espíritu. Y en una sustancia se complementan nuestros seres. ¿Qué ha pasado?... No lo sé.

Ahora el mar es limpio y cristalino, fugamos a ese sueño. Al persistente y confuso recuerdo, que aún hoy me perturba por las noches, no poder descifrar su semblante, ni un solo gesto. Solo un brazo fuerte tomándome en aquella orilla, y yo abrazándolo como en un cuento de hadas que no quiero terminar. Que las horas llegan y no podré verle. Que la repentina calma debe esperar.

Breve Adios

Se ha ido quién de lejos pareció entenderme. Sentimientos completados por el esquema infinito de la sensatez y la cordura. Otra vez tu rostro se aproxima, y en mis sueños perdura el fatal desenlace, saber que al despertar no estarás más conmigo. Mi vida de a pocos se fue quebrando, y martillaste con todo para refrenar mis angustias. Me escuchas, me miras, me sonríes, y te juro cada instante se ve lento. Pausado, como las decisiones que tomamos, como la esperanza abierta, aún, de vernos nuevamente en aquel mismo lugar…

Eh tu allí comiendo con tu padre, heme aquí sentada leyendo alguna obra. Recordando aquellos días cuando en nuestra niñez solíamos jugar de a lejos, tu allá con tus maniobras; yo aquí a carcajadas. Y nuestra adolescencia marcada por sinsabores, y saber que no pudimos nunca ser lo que quisimos. Porque te quiero mucho, mi hermano, mi cómplice, mi confidente, mi amigo.

Y allá tú ahora, conociendo, emprendiendo un nuevo rumbo. Con subidas y bajadas aprenderás entonces que todo es bueno. Que no vale sufrir más, sonríele a la vida como solías hacerlo, esa sonrisa que manifiesta a tu alma recobrada, soñadora, añorando los minutos por ser lo que fuiste: el mejor compañero.

martes, abril 14, 2009

Tarea de todos

Y la responsabilidad cayó en mis manos. Crear este blogger no fue premeditado.

¿Quién no paso antes, por azares del destino u acciones equivocadas, un tórrido romance?, ¿Y tal vez no pueda odiar, pues el sinsabor de la venganza no le agrieta el estomago, y probablemente decidida hasta vivir con ello. Con la tranquilidad del espasmo, y un súbito consuelo?

Decididos, entonces, a manifestar nuestros deseos. Le brindamos este espacio a todas aquellas, y ¿por que no? también a ellos. A profesar dentro de esta plataforma, sus vivencias. El manojo de experiencias, los consejos.

Parte fui de este sutil programa, y la idea no resulta insana. Algo bonito y productivo saldría de esto, pero prefiero mantenerme al margen de ciertos aspectos, y por ende esta website no será exclusivamente mía. Por ende, será colocada en otra página. Porque al fin y al cabo, la compenetración de sus posibles autores no merece ser dictada junto a mis memorias, llevándome el crédito de lo que pudiese redactarse.

Que sea entonces para otros, y en colaboración, no lo niego, podremos entonces saber más de: "Cómo reconocer al Perfecto Imbecil"

Carta 01: Recuerdos

Y hasta el breve Adiós fue menos doloroso en tus labios, pero el lapso constante del Hasta luego termina matándome de a pocos. Con un suave suspirar se van las angustias, renacen entonces los recuerdos vividos. Y una leve sinfonía pasajera me brinda el más hermoso remedio: Sentarme a contemplar las obras que por tema correspondan a la constante amistad de dos viejos. Dos amigos, amantes de aventuras, locos fantasiosos del tiempo, carruseles movidos con ternura en el ámbito cuantioso del momento.

Y entre tantas metidas de patas, juegos de lejano divertidos, platicas excesivas, y reencuentros de amigos, compañeros. Nos tropezábamos con personas poco cautelosas y arriesgadas que decían que éramos unos locos, y que otra cosa parecíamos jajaja. No me causa gran sorpresa, tal vez, bonito hubiera sido. Pero la verdad Dios y el destino así lo quisieron. Gran amistad formamos, y entre cómplices carcajadas y risas peligrosas; también hubieron tristezas comprimidas.

Y quien conoce mejor nuestras travesuras, nuestras flagelaciones por gustos equívocos, que nuestros propios corazones. Te fuiste hace unas semanas, y me parece que aún sigues aquí conmigo. Cerca pero distante, extraño pero vivido. Es gracioso como perduró una amistad que de lejos parecía perdida, pero curioso es aquél sentimiento que te da una persona cuando el sentimiento de amistad va más allá del egoísmo, y entonces se desea el bien conjunto y, te compenetras en su vida.

Con gran sonrisa me dijiste el último día que nos vimos_ Uyuyuy ¿ya vez, yo que te dije ?_ y te respondí un tanto dubitativa: “No lo creo, no puede ser”. Pero en el fondo sabía a lo lejos de mi ser que algo oculto sucedía. Tú reías, sabias lo que pasaba pero no quisiste preocuparme, solo me decías que seria preciso hablar y que abriera bien los ojos. Sólo eso. Y hoy que sabes la verdad, estando allá no me criticas, por el contrario te alegras y dices, ahora: “Aprende amiga que de eso se vive”. Y te creo, es verdad.

Por ello, porque sé que eres sincero, y porque soy así como me conociste hace tiempo. Jamás podría odiar, y/o repudiar a alguien. Sabes bien de niña quise ser monja, una novicia particular en todo caso. Nunca soporte las injusticias, los atropellos contra los chiquitos de barrio. (Recuerdas como nos agarrábamos? Mismas pandillas, pero en vez de piedras usaban talco jajajja)

Que curiosa nuestra niñez. Al parecer nunca jugamos a la Botella borracha. ¡Que piña!, las mil cosas que te hubiese mandado a hacer jojo. Una amistad un tanto tardía, y pensar que de pequeño me caías mal porque parecías creído. Las mil y una que rajaba con las chicocas del barrio. Las que luego me molestaron contigo, pero allá ellas. Mientras fregaban nosotros nos divertíamos de lo lindo.

¿Recuerdas la primera vez que fui a una disco?.. ¿Un mate de risa, verdad? De 10 pm hasta la medianoche. Graciosito. Al menos me divertí con ustedes, y hasta me bacilé cuando me sacaste a bailar mismo borrachito salsero jajaja. Fue relindo, mi primera vez con una mancha de gente. Fenomenal.

Recuerdo, ahora, las otras ocasiones en las que solíamos estallar de risa. Cuando nos sentábamos bajo la mesa y contábamos diferentes historias (lo confieso, a veces me ruborizaba)… O las veces en las que hacías locuras: Con el perro, con mi prima (Cierto, ¿en verdad quisiste ahorcarla?); con mi hermano; con los trabajadores; conmigo. Recuerdo la primera vez que conversamos. Le tuve que decir a Sorayda que te hablará si tantas ganas tenía de conocerte; pero humorista fue cuando al hablarte me metió en la conversa y de pronto no paramos de hablar como dos amantes efusivos de gustos propios, similares, y confusos.

Tantas memorias, se me hacen difíciles de esculcar ahora en esta página. Esta semblanza de lo que fuimos, somos y seremos quizás en mucho tiempo. Mejores amigos, siempre hermanos, patas, uña y mugre (tu la mugre jajaja), en fin… Mi querido hermanito mayor, aunque muchas sean las veces en que yo lo haya parecido. Tkm, regresa cuando estés listo. Mas, por ahora a trabajar y tomar hartas fotos para tu yunta del alma… Y un favorcito, consígueme los libritos.

¡Luces, cámara, acción!

Y se acerca el sábado y hay tono.
Un vestido esperando a ser estrenado,
un día de juerga y de full diversión.

A soltarse el cabello aunque este despeinada.
A ponerse los tacos y bailar con sazón.
Que ese día será inolvidable.
Eso lo juro por Dios.

Llegado el sábado, la noche apremia.
Momento adecuado para dejarse llevar.
Que un nuevo proyecto se va formando.
Te miro a los ojos y parecen chispear.

Formamos el grupo de mujeres solteras,
y arribo en el banco de la soledad.
Pero dice mi musa que ha llegado el momento.
Ahora con calma sentarme a esperar.

Que los días se acortan y todo parece estar listo.
Maquillaje, vestido y demás.
Y el sábado se van las penas,
que viva el engaño, que viva amar.

Surgen las noches de insaciable apetito,
de locura inminente, de extrañeza extrema.
Bailar bien pegada, cantar a lo mucho,
mover los músculos y también saltar.

Hombre o mujer, no me importa,
solo la música, el relajo y rumbear.
Llegan las noches de buena inversión.
“Luces, cámara, acción”.

Quien quiere puede ver

El dolor es fuerte, un hincón recurrente me fastidia. No puedo dejar que esto me sosiegue. Que no me quite las ganas, que no me impida ser feliz por unos instantes. Aquellos preciosos momentos que me brinda la tranquilidad del árbol confortante, que me acoge con su bello formato cada noche de verano.

Llego un tanto cansada, ida, acongojada. De pronto le aconteció una salida y no pudo acompañarme. No tengo ganas de volver, no ahora. El dolor mataba, un hambre ligera se fue acrecentando, alimentos de un día anterior revoloteando en mi vientre. Ya eran casi las 5 por la tarde.

Caminata más larga, una vaga curiosidad y me incruste en aquella verde tonalidad. El silencio apremia y me concentro en esos versos, acompañada de una pluma, un cuaderno, un vaso lleno, una botella a medias y una galleta que calme el apetito. Dos almas, dos cuerpos sentados cada uno en su mesa, mirando un periódico o leyendo una novela. El primero se retira, y solo queda mi espíritu acoplado a la silla, tomando del vaso sorbos de inimaginable dolencia.

Confort y calidez, extraña cualidad de aquel recóndito espacio que pocos parecen hallar, estando a dos pasos de aquel árbol, de aquel paradero. Dos iris pendientes de mis actos, observando con cautela mis escritos, a lo lejos pero cerca, muy cerca. Y una mirada perdida mirando a lo lejos. Dos hermanos mirando distantes, una calle, un sendero, una intriga, un silencio. Una voz que a lo lejos se escucha llevada en el viento de aquel otoño, de aquella brisa que toca el cabello, que topa el rostro, y coagula el recuerdo.

Una voz que susurra con suave embelezo la palabra que anhelas al oído. Un “te quiero”, un “te extraño”, o simplemente “olvido”. Y entonces las hojas se agrupan, la hoja se llena con la fuerza de la tinta que la fuerza de las manos sitúa al bolígrafo. Y se habitúa sola en ese rincón, meditando de a poco, mientras absorbe el líquido que contiene el vaso en cuyo reflejo se ve el espasmo de una velada interminable.

Y entra entonces una graciosa figura, y toma posesión del periódico que uno de los pequeños sostuvo desde un principio. No quiere llenar el crucigrama solo se ríe con fútiles carcajadas. Mi mirada es de asombro en esos instantes, invadían mi espacio y retorcían mi consuelo. La tranquilidad se iba yendo, de a pocos con esa nada pulcra apariencia. Pero algo curioso va sucediendo, esa figura se hace notable y el pequeño suelta con el sus carcajadas, es familiar del mocoso. Es innegable.

Ya es tarde, las galletas se acaban, y no hay más líquido que beber. Se van guardando las cosas, la cartera se llena nuevamente, y voy sacando del monedero la paga por el servicio. Todo listo, acompañada entonces del silencio, me levanto con súbita calma y elocuencia, y solo atino a decir “Cóbrate”.

Parto entonces a sus brazos, el suave suspiro se apodera de mí. He de embarcarme entonces, y esperar a la distancia.

Como amamos las mujeres

Escrito Marzo/2009
¿Cómo amamos las mujeres?... Creo que con todas las entrañas… Es raro saber como y cuando sucede este extraño acontecimiento. Dejamos entonces de pensar en nosotras y nos enfocamos en hacerle la vida grata a otro. Sí, nosotras somos altruistas.

Nos desinteresamos por completo de nuestros propios intereses y buscamos satisfacer los suyos, nos ponemos al pendiente de sus gustos, de sus deberes, o deseos. Los llamamos con insistencia pero no por joda sino por que los queremos. Las mujeres se preocupan al grado en que solemos llorar o jalarnos los cabellos, si sabemos que debían contestar y no lo hacen, y es la preocupación: el hecho de saber que pudo pasarles algo.

Las mujeres llevamos un registro en la memoria, de las pequeñas cosas que nos fueron grandes. Las palabras, las acciones, los detalles. Las sonrisas, las metidas de pata, los espasmos multicolores, el susurro en el oído, la mirada reconfortante, el abrazo poderoso, el primer beso, la primera caricia.

Que bonito cuando se esta enamorada, amas los defectos y lo pones en el mismo saco de las cualidades. ¡Grave error! Pero se esta ciega, y la ceguera es bastante obvia cuando no se advierten los consejos. Lástima, ellos saben muy bien el juego, y tú una victima de esos inescrupulosos.

Palabras bonitas, promesas futuras. Vida pasajera vista con anhelo. Te promete la Luna y las estrellas. Un universo de ilusiones, teñidas de esperanza. El es un pobre infante pidiéndote afecto, te sigue y te aprecia con ojos perdidos. Incrustados en el suave mirar de tus pupilas. Y tú, te crees el cuento y caes en sus redes.

Crees tenerlo perdido en tus manos, soñando que dichas palabras sean ciertas. “Te amo” repite constantemente, y esta recorre tus venas. Sus versos son alimentos de cada día y los detalles te brindan placer y sosiego. Hermoso sentimiento el que te inspira. Empiezas a creer que amar sea cierto.

Llegado a aquel punto de inquebrantable dulzura, te has convertido sin darte cuenta en su mañanera constante, la que lo despierta con ternura a través de frases constantes: Te quiero, te extraño, te añoro, te amo. Ahora eres presa de su alma cautiva. Bendita la hora en que el amor conociste, maldito el momento en el que de él te enamoraste.

Ahora te toma de sorpresa sus actos, manifestación de la real y cruda verdad. El ejemplo perfecto de la intolerancia humana, el reflejo poco viril de su nefasta cualidad. El ya no te toma de la mano, no te dice más nuca palabras hermosas al oído, no te regala más rosas en verano, ni te mitiga el invierno con suspiros.

Te toma de sorpresa sus metidas de pata, cuando rejura que nunca hizo algo parecido, más con sus actos manifiesta lo contrario. Pero tú, enamorada no tomas en serio lo vivido, y te colocas el antifaz para no ver lo que ya parece ser evidente. Nunca te amo, solo fuiste un intento. Nunca te quiso, solo te deseaba. Tu alma no añoraba, sino tu cuerpo. Y calentarse no quería con tus besos, sino al estar en tu cama.

¿Como amamos las mujeres? …De la manera en que queremos que nos amen, de la forma en queremos que nos hablen, brindando afecto por detalles… Y si el amor es manifestación de empatia, Dios sabe bien que de ello, sí conocemos.

Por que solo el Perfecto Imbecil no es capaz de valorar a las mujeres.

viernes, abril 03, 2009

Nuevo Blogger

Y el perfecto imbecill esta a la orden del día. Te lo encuentras en la calle, por cualquier avenida, en una ventana del msm. Acechando a su victima, confabulando en su contra. Con estrategia en mano, con insípida arrogancia, se gana a su presa... triste semblanza...

¿Quieres saber más del “Perfecto Imbecil”?

Muy pronto nuevo Blogger… El espacio que estuvimos esperando


jueves, abril 02, 2009

Camileon

Y tuvo que sucederme justo hoy. Se me hizo grietas en la garganta no poder descifrar aquellas palabras. Era una tortura reflejada en la inconformidad de los gestos, de las articulaciones, las meticulosas sonrisas; validas muestras de indiferencia.

No pude decir nada, no estuvo en mí provocar el pleito ni sumergir a otro
s en circunstancias penosas, tal vez. El origen de toda buena discusión se basa en artículos muy bien preestablecidos, bases, fundamentos. Y es lo que nos falto quizá: comunicación.

Mujeres siempre queriendo competir una contra otra, tratando de ganar partida, con movimientos sucios. Inescrupulosa manifestación de arrogancia y egoísmo. Pero, no caigo, me mantengo. Muy sujeta al tronco de la semblanza, cordura, y resistencia.

Caen las hojas en otoño, caen por sí solas las malas obras, y dejan el árbol vacío. Libre para albergar otra primavera, y ser reflejo constante de la belleza eterna y consistente manifestación de luz.

Tres contra tres, nadie ganara hoy la partida. Dejemos que todo siga su rumbo. Que en el camino veremos quien logra el cometido. Y seré yo, como lo demostré, la que conseguirá el halago de quién de las labores sabe. Una palabra de aliento para tolerar esta amarga sensación de trabajo en equipo, o matanza de brujas.

 
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