domingo, octubre 17, 2010

SONG

Nadie sabe lo que se hace bajo las sabanas envueltos los dos de placer y amor. No, nadie esta enterado del baile que acaricia tu cuerpo con la musculatura de mis piernas atadas a las tuyas, y quizás si alguien esta enterado despejaremos su dudas con un sin fin de música subida a tono entre tu cuerpo y el mío.

Esa música que sucumbe los huesos y nos une mas allá del pudor, y si te das cuenta de los golpes de mi cadera es porque estas atento a mis movimientos. Y en esta noche los dos unidos probaremos el sabor de alardear la pasión, cara a cara sin rehusarnos jamás.

Tú sabes muy bien lo que me encanto en la primera noche y ahora sabes lo que se viene, entonces para que esperar. Que no pare el golpe nunca más. Porque de sufrir no se pueden agotar tus esperanzas por verme danzar otra vez.

Y entre tus piernas yo y entre las mías tu, pequeño habito animal, zambulléndose por la superficie cubierto solo de miel, solo de hedor y de pureza insana. Como una gacela y un león dispuestos solo en su interior.

miércoles, octubre 06, 2010

MUCHACHITA


Quieren cambiar su vida a su modo. Quieren de pronto subirlo al carrito de la hipocresía. Y quieren acostumbrarle a una vida de lujos. Pero, no puede haber mejoría. Su cuerpo delata su agonía, sus pies hinchados no se conforman con pasos leves. Su corpiño le quita el aire y las palabras. Ella no quiere ser sometida a una sociedad pujante y ausente.

De la mano con prejuicios preocupantes, la encorva en su peso lejano. Y se forma la joroba exuberante que guarda consigo el pasado. Toda esa mentalidad que daña las neuronas y que corroe sus glóbulos, ya no rojos. Toda esa porquería que desata en un grito efusivo y fuerte que se oculta dentro de su alma.

Y ella no siente que deba seguir su camino, no quiere subir al coche donde a partido. Ella solo quiere seguir un rumbo que trazará con la crudeza del destino. Pero pronto se tejen los hilos. Y va yéndose consigo las trabas. En una cabeza blanca, en unas manos grietas, en un rostro con arrugas, en un paso leve. Allí se dirá si fue buena o mala la decisión tomada.

Se entretiene con razones justas, con un pequeño pedazo de tierra seca, y ve florecer jazmines en invierno. Se cubre el rostro y engloba en sus ojos lágrimas que con la velocidad de la luz han cubierto sus mejillas, y esta lista para el turbio agua de río sucio que se acopla entre sus piernas. Suave, terca, lozana.

Muchos piececitos junto a su cama, muchos caminitos estrechos entre sí, pero solo uno es el que ella escoge, uno para su vejez o devenir. Cansada del bodrio de esta cojudeza, encaminada a enseñarles a todos que uno es quien elige. Convencida de que nada es lo que parece, se alista y toma la rendija para dejar en ella una visión presente.

No corrompas tu vida pequeñita extrañeza, muchachita de lujos y detalles. No corrompas tu vida con normas secas, inflingidas por años con pesares. No dejes que el destino se preste a cruel rudeza, de manifestar en tus ojos que ha vencido. No te dejes muchachita linda, no apartes la sonrisa de tu lado.

SOY UN CASO CLINICO!

Despertar y mirarme al espejo, cambiando el ángulo de mi rostro. Las facciones son las mismas, semi perfectas en concordancia. Mis ojos reflejan la ansiedad de calma y el espíritu curioso de mi propio ser. Sonrió y fijo mis pupilas en mis dientes, crecidos como estan, y recobro la realidad refleja en el tiempo. Han pasado ya los años y con ellas van creciendo los colmillos, mas uno se rehúsa aún a se seguir su rumbo. No quiere irse, no desea de mí alejarse. Él no me abandona y me recuerda mi alegría.

Por la mañana, tomo mis prendas y alisto la ropa. Formo un conjunto, me aseo y estoy lista. Tomé un bus en dirección a mi destino y después de una hora he llegado. Dejo el DNI y me dirijo a sacar una cita, luego me envían a Diagnóstico para saber mis resultados. Al llegar encontré a muchos practicantes hablando del tórax y el examen parcial, siendo todo tan extraño soy de pronto una piedrita perdida en el fondo del mar.

Esperando un momento, miro fijo mis manos. Ya es tiempo. Se acerca un muchacho llevando orgulloso la insignia. Conversando sobre el motivo de mi visita, éste me analiza. Sigo todo el proceso, y el pago a caja como eso implica. Un historial cancelado y relleno de datos: No soy alérgica a la anestesia, no tengo enfermedades, no tuve operaciones y tengo 24 años.

Al encargo de Luis Alberto, el moreno guapetón quién verá mi caso, me dirijo a la camilla y me observa nuevamente. Toma sus herramientas y toca mis labios, con mi boca abierta le expongo los dientes y mientras veo la luz que resplandece llega a mis ojos, aunque no quiero hacerle frente.

Uno por uno es observado, y tomado con cariño, mas de pronto ¡Oh, sorpresa! He allí un Diente de Leche. Creyendo que era un diente fijo por su casi perfecta apariencia, mi médico practicante y Ricardo su colega, alegres me dijeron, antes, que ya tenía todos mis dientes completos y por ello no tendría problemas.

Con asombro, ambos solicitaron consejo y con varias personas rodeando mi camilla, entre practicantes y doctores, llegaron a la conclusión de que yo era un “Caso Clínico”. Tengo un colmillito de niña, ¡Sí, de niña! Esta fue una consulta completamente amena en una primera sesión de profilaxis.

Ya terminada esta visita, he de dirigirme a sacarme una radiografía para saber a donde fue a parar el diente de adulto que debió crecer en lugar del colmillito. ¿Escondido estará? – me pregunto. Y de no ser así, seré en mi haber otro tipo de caso. Muy pronto sabre la respuesta, y deberé calcular mis acciones. Algo que si tengo presente es que no regalaré mi dientecito, aún la doctora diga que es de buena suerte. Yo quiero mantenerlo conmigo, a mi lado este siempre.

Dicen entonces los doctores que la profilaxis acabará en una sesión probablemente, ya que mis dientes presentan un caso leve de limpieza y eso pasa por consumir harta leche. El sarro ya esta fuera, más debo llevar mi cepillo este jueves, y escoger el color de hilo que prefiera para seguir sonriendo con firmeza mientras mantenga limpio los dientes.

TE VEO

Casi más de un año que no te he visto, y llamaste este viernes por la tarde. Sandy – me dijiste – acompáñame mañana por la tarde en Metro de Alfonso Ugarte, pues mi hermana ha fallecido hace unos días y le haremos una misa en Abancay (la avenida).

Quedamos, entonces, en vernos a esa hora en el lugar pactado, y al colgar me dio pena y alegría. Tristeza por tu pérdida, ya que aún con los problemas que tuvieron sé que la querías; y me dio felicidad por saber que nuevamente te tendría cerca.

Y llegue al lugar establecido, y te espere dentro del supermercado, con suma ansiedad por saber como te había tratado el tiempo. Me dijiste que esperara unos minutos, y así lo hice mientras leía. De pronto timbra el celular y he de dirigirme a tu encuentro.

Camino, y la gente alrededor me mira con sutil coqueteo. Te observo. Estas sonriendo con una muchacha y un chico que resultaban ser tus amigos. Eres la misma, un poco más delgada, un poco más niña, pero triste por dentro. Lo veo en tus ojos, lo veo. Nos saludamos y un abrazo parece muy poco para cubrir la extrañeza de estar lejos.

Me dices: “cholita estas linda”, y yo me ruborizo aunque te parezca gracioso, “Cholita ¡estas alta!”. Son los tacos, amiga – le respondo. Entonces nos juntamos en un vaivén de risas, anécdotas y súper palomilladas de antaño. Tus amigos silenciosos, se dirigen detrás nuestro, mientras ambas revivimos la secundaria y nos olvidamos del resto.

Paso a paso, vamos juntas de la mano, y veo que tú pareces haber olvidado las tristezas. No parece que te afecta ya la perdida de tu hermana, quizás se deba a la fortaleza que llevas dentro. Pocos minutos bastan para llegar a la iglesia, y dentro todo es paz que llega a lo más hondo del espíritu concreto.

Tus amigos sentados atrás, y nosotras cerca, muy cerca de la cúpula instaurada por momentos. No sé tú, pero yo me he perdido de pronto ante solemne figura, cuadros extraños que se presentan a mi memoria, recobrados de brillo y luz consistente. Figuras extrañas, tormentosas. Perfecta armonía, y mi propia extrañeza, pues ya hace mucho no entraba a semejante recinto.

Me has perdido por momentos, puesto que mi alma se ha quedado estática. Mi calma se entumece con mis huesos, y de pronto recobrando el movimiento abro y miro mis palmas. Tu familia llega, y entonces pasa el tiempo en el precinto, escuchando la misa, redireccionando mis memorias, y recobrando la esperanza.

Pues bien, luego me pides te acompañe a tu casa y me preocupa luego llegar tarde a la mía, ya que estamos muy lejos en distancia, pero me convences con tu loca sinfonía. En taxi se llega más a prisa y en casi media hora estamos en tu humilde morada. Gracias, muchas gracias amiga. Ahora sé porque la nobleza de tu alma, ahora sé porque tu carácter tan elocuente, porque tu sentimental agonía y tu belleza lozana.

Es tu familia, es tu pasado, es tu presente y tu arrebato futuro. Eres tú a quien he recuperado, y a quien espero tener de vuelta como antes. Hemos de juntarnos pronto las chicas poderosas, las “Agua Bella” o “Spyce” como molestaban en clase. Tenemos una compinche que espera y a los chicos de la promoción impacientes.

 
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