Lentamente el niño se asoma a su ventana
y sube el trecho largo del manzano.
Del jardín voluptuoso se desplaza
incrementando el ego del llano.
Pocas veces risueña se encontrase la amada
del asunto leve del vil arado.
En súbitas sensaciones el se acorrala
mientras coloca sus manos sobre el vientre plano
Viscosa la ninfa de piel dorada
vértigo de noche, repentina melodía.
Cantares de faunos sobre su almohada
y una palabra que suena a melancolía.
miércoles, junio 09, 2010
NINFA DE PIEL DORADA
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Efusivos pensamientos
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