domingo, junio 13, 2010

CELOS

En un charco de sangre yaces tirada, después de un fatal golpe propiciada en la nuca. Tu semblante perdió su tonalidad rosa y tu frente fruncida aun parece estar en la lucha. Tu cuerpo se enfría con el paso del tiempo, sumergida en un sueño profundo sin retorno, y yo aquí apreciando la escena, perplejo y estupido por tal asombro. Soy incapaz de decir que lo siento, pues aun conservo en mi alma aquella llaga que va taladrando, el corazón de un hombre que se entrego por completo. Éramos amantes, exquisita tu recostada en la cama y un loco admirador tuyo era yo en tu lecho.

Sobre tus pechos derrame la mixtura de mis labios, saboreando el dulce sabor de tus pezones. En tu cintura abrigue mi alma, de ella me apodere al hacerte mía. En tu ombligo escondí mi lengua viéndote saborear un dulce reflejo. Con tus caderas deslumbraste mi cuerpo, me excitaba tan solo con verte moverlo de lejos; y al estar tan cerca... Tan cerca. Sobre tu rostro no hay mas palabras, me sosegaba e inundaba una paz inigualable, bella mil veces hermosa. Diosa despiadada del amor incontrolable.

Yo te ame con mucha fuerza, y desee por siempre para ti un amor eterno. Te contagie de mis locuras y bailamos juntos a la luz de la luna, un 10 de setiembre si mas lo recuerdo. Yo te vi crecer y convertirte en lo que fuiste, una mujer hecha y derecha. Con un gran futuro, hermosos proyectos, una vida enormemente plena. Yo mujer te hice mía. 3 veces al año te rogué con insistencia y probamos el néctar de la fiel sabiduría de expresar nuestro amor sin más barreras.

En ti halle la parte que me hacia falta, me enseñaste que amar no era cosa de niños, que la madurez de un hombre se ve expresada cuando cuenta a su lado con el soporte de una mujer y una hembra como tu supiste serlo. Diosa infinita de sabiduría, una loquita efusiva de sentimientos expresos, una soñadora que fue por la vida, siempre, siempre sonriendo. Que de los obstáculos siempre aprendiste y me enseñaste a ver el positivismo de la vida. Que aun estando triste me animabas y con tus fieles caricias yo sonreía. Eras la amante predilecta de cualquier hombre.

La mujer de mis mil y una fantasías. De mis noches turcas la mas sensata y de mi vida siempre con innomimia. De todas las veces en que me amaste, de todas las veces que fuiste mía, de todas las noches en que hubo arranques, de toda y una sola era mi vida. La mujer que se escondía por años tras bambalinas, que ocultando su belleza perduro al impulso de muchos hombres que andan sedientos de sexo, no mas que eso mas no amor puro.

Si, eras mi vida. Tú lo eras todo. Eras todo cariño mío, mi fiel compañera. Tu, ¿porque tu? ¡Maldita sea!.. Porque fuiste tu quien cayo tan hondo. Y en mi pecho ahora siento el recelo, me agobia saber que fuiste suya. Me jode saber que puedo ser un insensato. Se, se que perdurare en el infierno. Tú volaras y estarás allá arriba como un angelito más en el firmamento, y yo tendré que pagar muy caro. Yo moriré lento.

Te he lanzado contra el piso después de saber que tuviste un amante. Tú me indicas que te llevo con engaño y fuiste victima de una violación constante. No te creo, no te creo. Mi mente esta nublada, aun sabiendo que abusaron de ti fuiste suya y nada lo cambia. ¡OH, dios mío!... ¿que he hecho?... Mi diosa, mi témpano de hielo. Te he arrebatado la vida y solo por mis malditos celos. Yo no quise lastimarte, pero maldita cobardía la del hombre que sintiéndome tan grande levante mi mano con mucha fuerza, y caíste... Caíste. Te has roto la cabeza. Tu sobre un charco de sangre recostada y yo apreciándote. Solo eso.

ELLA:


Eras el hombre de mi vida, el ser que supo amarme con ternura. Loco tu y, loca yo por darte todo. Te he brindado mi juventud a pleno y tú me has dado tu enseñanza bruta. Me mostraste que un camino se hace eterno. A tu lado supe valorar la vida.
Me encontraste triste, anonadada, porque nunca encontré para mi vida un remedio. Era una deprimida y triste solitaria que pensaba morir sola frente a un espejo. Yo luche toda mi vida por encontrar mi causa, y tú siempre me dijiste bien los efectos. Yo te halle y estaba perdida y me diste tú una orientación para dirigir mis pasos.

Contigo hile el álbum de mi vida. Tu solo tu mi amado. Te he dicho mil veces que mal me siento. Que lamento haber sido una victima de ese monstruo. Que me tomo por la fuerza y me hizo suya, que yo no quise y luche por ello. Te he mostrado las huellas de sus garras impregnadas aun sobre mi cuerpo, y el moretón que se formo sobre mis piernas cuando lo aleje con insistencia al ver el vil progreso. Yo te he dicho que te amo. Pero ahora he vuelto a caer en la amargura, y odio a ese animal con mil fuerzas, tú no sabrás jamás como se siente mi alma.

Me duele mucho que no comprendas, que te agobie mas saber que fui suya. Y no te compadezcas de mi pena. Que no me apoyes y me abrigues en tu pecho. Ahora yo observándome de lejos. Allí recostada cual las veces en que me echase a esperarte en la cama.

Ahora en el suelo ensangrentada. Ya no puedo hacer mas nada. Te miro y veo que te culpas, que te tomas con insistencia la cabeza, que tus lágrimas bordan tus mejillas, que me miras aun con extrañeza. No te culpo, estas cegado y por ello tomaste el alma mía. Solo quiero expresarte mi cariño y decirte que te quiero. Si bien es cierto estaré vagante, o quizás en estos momentos tome mi espíritu otro rumbo, pero aun en donde quiera que me encuentre te estaré esperando ¡amor mío!

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