MI MUSA

Ella me inspiro muchas escritos, ciertas veces frente a la computadora. Como hoy se aparece nuevamente y me incita a escribir distintos versos.

Sé que me cuidas y proteges, aun escapándote de mi mirada. Yo sé que no fui una buena nieta, pero tampoco puedo entrar al melodrama. Contigo aprendí que en esta vida todo lo malo se paga. Aprendí a quererte con ternura y a desteñir la incomprensión del alma mía. Yo supe contigo a tocar a todos con caricias, y supe amar incondicionalmente porque me demostraste con una sola de tus sonrisas que se puede confiar en la gente.

El mundo no es nada para mí desde que te fuiste. Quizás todo cambio repentinamente con tu partida porque no te encontraría mas sentada frente a mi mesa. Quizás no te vería reír y lucir tu alegría en el sitio de papa, si mas no lo recuerdo. Y esas veces en que me quedaba contigo, prendida de ti por las noches densas, cuando un suave olor me conmovía el sueño y cuando me contabas historias de extrañeza.

Recuerdo la vez que me quede en tu casa, y fuimos juntas a buscar la leche. Recuerdo el desayuno tan rico que preparaste y las mil cosas que hablabas con sentido. Cuando sacábamos el azúcar del paquete, y jugaba con las hormigas en camino.

Yo aun huelo tu perfume impregnado en mis genes, te veo en mi madre con ceño fruncido y puedo tolerar que ahora me faltes, pero no que se aparte de mí tu espíritu. Que te veo en mis primos, te observo en mí frente al espejo. Tengo tus rasgos, tengo tu aroma, y quiero llevar guardado un fiel reflejo. De esta tu nieta, tuya querida, a quien comprabas un helado por consentidora, y regalabas siempre miles de sonrisas.

Yo te recuerdo en este día cercano, con mas fuerza que antes me lo atribuyo. Pero sabes, lamento que un día no tan cercano te deje de nuevo olvidada en el murmullo. Yo lo siento mucho querida abuela, siento mucho no haberte tenido tan cerca. Dejar que mi pensamiento se desbarate en trozos y no te haya contenido por momentos. Yo siento tanto que mi corazón se quiebra, que me parto en dos al escribir estas líneas. Yo no tengo alma de poeta, yo solo quiero pedirte perdón y que me entiendas. Yo solo te diré una cosa porque te amo, abuela.

Me siento así resquebrajada. En un momento en que no aguanto la ira. Quiero explotar, vaciar todo el calibre 24 que llevo dentro, muy dentro de mí. Es algo raro no tenia esta sensación desde hace mucho, me dan ganas de mandarlo todo a la miesma. De irme a correr o simplemente caminar por allí sin rumbo fijo. Sin mirar atrás y dejar mis recuerdos morir con cada paso que este dando.

No me parece estupido pero si tormentoso tener que vivir esto nuevamente. Es algo lejano el día que les diga a todos que he renacido. Solo debo apelar ahora a mi suerte y a mi llevadera prudencia en casos similares. He de esperar el momento preciso y solo he de volar. Aun sin alas y sin orientación ninguna, quiero surgir como un ave rapiña sobre el nido.