martes, julio 14, 2009

Mentiras Parte III

Que sobrepasaste el límite de la hipocresía y yo el de justificarte más de mil veces, que el perdonarte era pan de cada día, pero tarea encomendada a Dios porque su función de juez lo amerita. Que me negaste más de tres veces, y como Judas jugaste con mis sentimientos, me engañaste, y con un beso dijiste “lo siento”. Blasfemas sobre mí, mientes como un loco, un soñador insano que sin darse cuenta va arruinando algo que por mucho fui sembrando. Y te quise, y te amaba. Sabe Dios cuanto diste, y yo cuanto me las jugaba.

Que falto conocernos, pero maldición te conocí sin saberlo. Y por ti embobada estaba, por ti ya nada me importaba. ¿Cómo fue que sucedió?... Realmente no hallo la respuesta. Solo se que en mis brazos te abrigaba, que por ti yo ciega estaba, que por ti las manos al fuego puse; que sólo por ti yo lloraba.

Y recobre la fe y pedía a Dios que cuidará, y me lastime pues por ti yo quise verme hermosa, y que por no perderte, por no alejarte, por creer en tus promesas, te di de mi lo más preciado. Mi inocencia, mi inmadurez, mi alma plena. Maldita esencia que hoy tú llevas penetrando los poros. Ese perfume.

¿Qué fue verdad? ¿Qué fue mentira? ¿Exageración o cobardía?... Ahora sé de ti ya muchas cosas, las dudas se están yendo. Las cosas son más claras ahora. Tu pronta desaparición, tu lejanía, me transformaste en fiera herida. Y mataste la ilusión de a pocos. Justificándote en exceso, creyendo pasabas hambre, que viajaste y por ello no podías comunicarte. Que deseabas mi bienestar, sólo por eso.

Y una promesa se hizo rota, no me llevaste a ver la Era del Hielo. Yo creyéndote perdido, llorando por no saber de ti en las madrugadas… Y hoy me enteró me haz mentido, ocultándome cosas pasadas. Que en el verano fuiste a ver a otra, que no era la única con la que te acostabas, que estas en Lima y de mi te olvidaste, que simplemente no quieres saber nada.

Pero he jurado no tener más lágrimas, esta vez ya no tendré más desvelos. Quiero dormir en paz y sentirme viva, esta vez recobro mis alas por completo. No me juzgues más, ya no lo acepto. No te entrometas en mi vida, soy yo quién la llevó. No quieras saber que fue de aquello, pues no te interesa. Tú para mi te encuentras muerto. Dame la cara si no tienes vergüenza, sabes muy bien donde me encuentro, pero no quieras tratarme otra vez como una idiota por que juro que no lo toleró.



0 comentarios:

 
LA MUSA © 2008 Template by Exotic Mommie Illustration by Dapina