¡Óyeme!; me grita una voz a lo lejos;
¿por qué tan triste y sola?,
¿acaso no tienes amigos?.
Me sonrojo y me embarga el dolor.
Tengo algo en el alma
que me agobia por dentro,
me toma inconscientemente,
y me hace débil.
Es como si descubriese
que no soy nada.
Una inútil que se oprime el pecho
para hallar su corazón.
Soy nada,
allí sentada mirándolo todo.
Perdida y llorando,
sofocándome con mis lágrimas.
No he hecho, no soy nada.
Solo soy materia inútil,
servil para algunos,
y provecho de otros.
No soy feliz, no soy amena.
Me siento triste y acongojada,
mis fuerzas se han ido, y mi mente esta vacía,
sólo tengo a mi conciencia como única compañía
Desearía ser la de antes;
revolotear de lleno al viento,
correr por pastizales,
reír y no parar de contento.
Quisiera ser princesa y,
que me proteja una mano amiga,
que mi musa me llene de besos,
y mis padres me bendigan.
Quisiera ser la misma niña soñadora,
no la perdida mente que hoy se turba.
Quisiera correr, saltar, brincar, reír,
caerme y volverme a parar.
Quiero esa energía,
quiero mi vida recobrada.
Solo quiero ser la de antes
porque hoy no valgo nada.
martes, mayo 20, 2008
Nada
Etiquetas:
Efusivos pensamientos
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario